martes, 18 de mayo de 2010

BUSCANDO NUESTROS ORIGENES, A PESAR DE CONOCERLOS


Parte II
Por: Jorge Amonzabel

Es necesario profundizar los verdaderos orígenes de quienes llamamos originarios. Encontrar asideros para crear puentes entre la diversidad. Aceptar que hay una influencia de otras culturas y de saberes, posiblemente, más ancestrales no conocidos. Reconocer que hay aspectos considerados en la Constitución que son retórica y no contribuyen a su aplicación.
De acuerdo a las experiencias últimas en las generaciones humanas de hombres y mujeres, los cambios serán más acelerados en, cuanto a pensamiento y razonamiento, percepción externa y prácticas tecnológicas. Entre que un niño ingresa a la escuela primaria y termina su ciclo de educación formal, hay un acelerado cambio tecnológico y de aplicación, que el niño, luego adolescente y joven después; se hace ignorante de algunos avances. Por ejemplo, si los revolucionarios adelantos científicos se concretan, escribir será del pasado; dominar la telemática para mover objetos o impartir órdenes, sería corriente. Dar instrucciones mentales será común. Sin embargo, los fundamentos de su vida, los principios de convivencia con otros grupos, si éstos mantienen la base de la democracia, no variaran en gran parte. Los valores que protejamos éstos perduraran. Asimismo, la facilidad de trasportación de un territorio a otro, influirá en la combinación e intercambio de culturas. La intraculturalidad, que se fomenta en muchos países, es un logro de la humanidad. Bolivia, pareciera que aún no vive aquello. Sin embargo, nunca o poco fue estructurado y sistematizado el conglomerado de culturas que el territorio ha tenido. La falta de fomentar aquello en el país, ha creado las brechas del desentendimiento y ha profundizado los rencores y amarguras. Esta es una buena oportunidad para unir a los bolivianos y establecer una conciencia “patriótica” firme en todos. Sabemos de nuestros orígenes y de la solidaridad.
Una investigación no tiene que basarse en una hipótesis con respuestas interesadas. La investigación tiene que tomar el curso de la comprobación de aquello que se afirmo ser la base para cambiar el pensamiento boliviano. Palabras forzadas como descoloniaje y saberes ancestrales, tienen un alcance y tienen un contenido. Si tomamos solo éstas como base para una investigación, estamos sesgando los resultados. Cada quien, según su origen definirá cada palabra, por lo cual es imperiosa la necesidad de definir conceptos generales y posibles conceptos de otros orígenes. Aceptar los usualmente universales y aquellos que, por investigaciones serias han arribado a conceptos válidos dentro de un contexto definido.
La investigación no solo es definir o establecer conceptos, busca establecer verdades fundamentales para el cambio del pensamiento boliviano. Verdades como si todos deberíamos aceptar los saberes ancestrales de una cultura o de una civilización, para éste siglo veintiuno. Verdades donde podemos comprender la importancia de ser uno, como territorio y uno como habitantes. Verdades que promuevan entre todos los bolivianos una identidad incondicional.
Las Fuerzas Armadas, que representan la unidad de los bolivianos y una de las pocas instituciones con mística y arraigo de principios; deberán aceptar que hay un cambio, pero que necesitan solventarlo para que perdure en el tiempo. No como un objeto de transición. Sino como un objeto de comprobación y apropiación. En Bolivia, la Constitución del Estado está en vigencia y es la base de toda actividad humana organizada. Su revisión y cambio, si las circunstancias actuales de comprobación así lo requieren, es oportuno, por el bien de la unidad y la identidad boliviana.

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